¿Estás pensando en abrir tu mente y probar nuevas experiencias con el intercambio de pareja?
Hasta hace poco años hablar de las relaciones abiertas, intercambio de parejas o swingers era algo reservado para una minoría pero afortunadamente la sexualidad ha cambiado mucho, hasta el punto de que ya podemos comprar vibradores hasta en el supermercado. Esta normalidad hace que los locales que se dedican a las parejas liberales estén en auge, ofreciendo múltiples posibilidades para mentes abiertas y curiosas que quieren experimentar.
Si te has preguntado qué puedes encontrar y cómo puede esto afectar a tu relación, te doy las claves.
Lo primero y más importante es pactar los límites. El que tengamos fantasías no significa que necesariamente tengamos que llevarlas a la práctica por eso es imprescindible hablarlo y pactar hasta dónde se quiere llegar. Vamos a ser realistas ¿Te imaginas a tu pareja besando a otra persona? ¿Cómo crees que reaccionarías? Es importante saberlo antes de aventurarse en el mundo liberal y sobre todo ser claros con los límites de cada uno.
Hay diferentes variantes, puede ser un trío, intercambio de pareja, sexo en grupo, sólo caricias, mirar o dejarse mirar mientras se tiene un encuentro sexual y cada pareja decide hasta dónde quiere llegar, por eso debe ser hablado previamente y sólo debe realizarse si ambos están de acuerdo en querer intentarlo y respetar los límites establecidos.
Si lo tenéis claro, existen algunos ambientes con un nivel de libertad sexual más amplio, con diferentes modos de disfrutar de la sensualidad y la sexualidad, me refiero a los clubs swingers.
En este tipo de locales existe una regla general de respeto muy explícito tratando siembre de no incomodar a nadie, respetando los límites que cada persona quiera marcar y así poder explorar de manera tranquila.
Es importante definir cómo se llevará a cabo. Se puede comenzar por ir sin tener ningún encuentro sexual para ir viendo qué cosas pueden hacer sentir cómoda a la pareja, cuáles son más excitantes o cuáles son esas líneas rojas que uno prefiere no traspasar, además de poner atención en la propia erótica, es decir, prestar atención a lo que te excita más, si mirar o ser mirado/a, si te gustaría probar con alguien del mismo o del otro sexo o si prefieres un intercambio de pareja.
Aunque cada pareja establezca sus propias normas, en estos locales existen unos principios básicos para todos:
1. No es No. La libertad es una de las premisas más importantes, por eso si alguien te hace un gesto rechazando una propuesta, debes aceptarla de buen grado y no insistir.
2. El propio placer es tan importante como el de los demás y la diversión es el objetivo, así que no intentes imponer tu personalidad o tus opiniones.
3. La limpieza es parte de la educación, por eso en estos escenarios es fundamental cuidar mucho la higiene personal.
4. El preservativo y otras medidas de protección son obligatorias.
5. La práctica sexual puede detenerse en cualquier momento si alguno de los implicados no está a gusto o se siente incómodo.
6. Respeto máximo a las reglas y límites de las otras personas y también a los nuestros.
Debes saber que el intercambio de parejas y el mundo liberal no es apto para todas las parejas y según algunos especialistas hay riesgo de ruptura, por eso sólo es recomendable para aquellas parejas cuyos miembros sean muy seguros de sí mismos y confiados con su relación.
Mi consejo es que empecéis despacio, probando por ejemplo un masaje erótico como los que te ofrecemos en Sense Experience, donde aunque no se practica sexo, podéis experimentar la sensación de sentir o ver qué siente vuestra pareja siendo tocado/a por otra persona. Podéis elegir la carga erótica que deseáis, a uno/a o dos masajistas y si después de la sesión no estáis seguros de querer aventuraros en el mundo liberal, con nuestros masajes al menos habréis disfrutado de una experiencia inolvidable y extremadamente placentera. Es una auténtica prueba de fuego ¿te atreves a probarla?